martes, 29 de abril de 2008

La Suerte de los Chilenos

El chileno tiene muchas caracteristicas, pero sin duda una de las principales y de las cuales no me siento orgullosa es de la suerte o más bien de la mala suerte.
Me enteré hace poco que nuestro Cristián de la Fuente, ese hombre musculoso que pretendía ser actor en nuestro país pero no daban un peso por él. Estaba siendo paticipe de un programa de televisión en USA (o "Unaitis Teis", para quienes estuvieron en Inglés conmigo), algo así como el Baile en TVN, pero el original. Como muchos, en los cuales me incluyo, no creía que este muchacho podría desempeñarse de buena manera, sin embargo, lo ví y puedo decir que baila y bien. Todo iba espectacular, contaba con la confianza del tecnico y de la hinchada latina que sigue el programa, pero inevitablemente, le vino el sindrome del chileno que esta a punto, pero nunca lo logra. Cristián, en pleno baile se lesiona y hasta bota a su bailarina, incluso se operará el brazo por la lesion. osea, hasta aquí no mas llegamos.
Pero Cristina de la Fuente no es el único que ha sido victima de este sindroma del chileno que esta a punto...como no recordar a el mítico de Manuel Plaza quien estuvo a punto de lograr la hazaña en la maratón de las Olimpiadas de Amsterdam en 1928, pero se equivocó de camino y a pesar del desvio logró obtener la medalla de plata. O mas recientemente, Carlo de Gavardo quien alguna vez fue campeón mundial de Rally que en pleno desierto, lease bien, desierto, atropelló a un perro. Y como no mencionar al único, grande y nuestro, el hombre alfombra de Chile por que va de pared a pared, Eliseo Salazar que hacía lo más dificil, tenia el camino libre y él insistía en irse contra la pared.
En fin, si al final no todo es tan malo, pero de que estamos a punto, ahí en la puerta del horno , estamos. Esí es la suerte no más.

martes, 8 de abril de 2008

El Mito del Chaleco Azul.

Esta historia está dedicada a esa chiquilla del chaleco azul quien hizo posible que éste relato fuera posible. Sí, tú.... sabes quien eres.
Sin ánimos de plagiar a DON "Chacotero Sentimental", aquí va la historia.
En tiempos de real estrés Universitario donde todos parecen orbitar por inercia por el cansancio y el agobio estudiantil, una mujer se presta a dar inicio a su estudio, para ello necesitaba de la colaboracion de sus compañeras, que por ningun motivo la dejarían sola en un momento estudiantil tan algido por el cual estaba pasando.
Se disponian a comentar los contenidos de aquella dificil materia, cuando una de las amigas y fieles compañeras de estudio, a lo lejos ve y observa a un joven de caracteristicas....digamos, simpaticonas...era guapo el lolo, hay que decirlo. Bueno, retomo. Ve que este joven se acerca para hablar con las chiquillas estudiosas, cuando quien primero lo ve, baja la mirada, con el objetivo que el hombre en cuestion, dialogue con la chiquilla del chaleco azul. El jóven se acerca lentamente, paso a paso y sucede lo inevitable..., se tropieza, sí, todo galán se tropieza y casi se saca la mugre más encima, pero se recupera y sigue su andar seguro y con el único fin de hablar con la muchacha del chaleco azul. Ésta distraida no ve quien se acerca, no sabe que ese momento puede cambiar el curso de su vida radicalmente, cuando de pronto siente una mano sobre su hombro...(chananan..) ella se gira y cruza mirada con el joven, ese momento fue como si el tiempo se detubiera, no se escucho ni un sonido ensordecedor de estudiantes hechando garabatos por las malas notas, ni jovenes estresados por algun trabajo o por la enminente reprobación de un curso, solo se escuchó la voz del joven, diciendole a la muchacha...."está ocupado este computador..? a lo que ella, con voz suave le contesta... NO...
a los pocos segundos suspirando él le responde " gracias...". Ambos se miraron fijamente y él volvió a sus labores, con ello volvió el ruido ensordecedor de los estudiantes, todo volvió a la normalidad, menos la suerte de la muchacha del chaleco azul.
Cuenta la leyenda que cada vez que la muchacha usaba el chaleco azul, algo extraordinario le ocurria, como por ejemplo, encontrarse mil pesos en la calle, encontrar asiento en la micro llena, encontar copias de guias en la fotocopiadora, entre otras cosas. Cabe esperar que ambos se vuelvan a encontrar y así comenzar una nueva historia, pero esta vez, juntos.
Y así fué la historia, por lo que me contaron, yo no estaba ahí, pero me hubiese gustado estar para presenciar ese momento mágico.
Saludos a todos.